20 de Junio – XII Domingo del Tiempo Ordinario

Mis queridos amigos,

Hoy celebramos el Dia de los Padres durante este Año de San José. Siempre miramos a José como modelo de ser padre porque fue llamado a criar a nada mas y nada menos que el Hijo de Dios, nuestro Señor Jesucristo.

El Papa Francisco este pasado diciembre escribió una Carta Apostólica sobre San José titulada: “Patris Corde” (Con corazón de padre). Esta carta es una meditación sublime sobre la vida de José y su papel en la historia de la salvación. Hacia el final de la carta, el Santo Padre reflexiona sobre lo que significa ser padre a la luz de la paternidad de San José:

Con la imagen evocadora de la sombra define la figura de José, que para Jesús es la sombra del Padre celestial en la tierra: lo auxilia, lo protege, no se aparta jamás de su lado para seguir sus pasos…Nadie nace padre, sino que se hace. Y no se hace sólo por traer un hijo al mundo, sino por hacerse cargo de él responsablemente. Todas las veces que alguien asume la responsabilidad de la vida de otro, en cierto sentido ejercita la paternidad respecto a él. En la sociedad de nuestro tiempo, los niños a menudo parecen no tener padre…Ser padre significa introducir al niño en la experiencia de la vida, en la realidad. No para retenerlo, no para encarcelarlo, no para poseerlo, sino para hacerlo capaz de elegir, de ser libre, de salir…

La lógica del amor es siempre una lógica de libertad, y José fue capaz de amar de una manera extraordinariamente libre. Nunca se puso en el centro. Supo cómo descentrarse, para poner a María y a Jesús en el centro de su vida. La felicidad de José no está en la lógica del auto-sacrificio, sino en el don de sí mismo. Nunca se percibe en este hombre la frustración, sino sólo la confianza. Su silencio persistente no contempla quejas, sino gestos concretos de confianza. El mundo necesita padres, rechaza a los amos, es decir: rechaza a los que quieren usar la posesión del otro para llenar su propio vacío; rehúsa a los que confunden autoridad con autoritarismo, servicio con servilismo, confrontación con opresión, caridad con asistencialismo, fuerza con destrucción…

Siempre que nos encontremos en la condición de ejercer la paternidad, debemos recordar que nunca es un ejercicio de posesión, sino un “signo” que nos evoca una paternidad superior. En cierto sentido, todos nos encontramos en la condición de José: sombra del único Padre celestial, que «hace salir el sol sobre malos y buenos y manda la lluvia sobre justos e injustos» (Mt 5,45); y sombra que sigue al Hijo.

Rezamos por todos nuestros padres en este Dia de los Padres para que encuentren en San José un modelo de paternidad autentica. Que sean padres que puedan guiar a sus familias por su ejemplo y no simplemente palabras, padres que puedan guiar a sus familias simplemente, como jefes del hogar, poniendo a Cristo como el centro de la familia tal como lo hizo San José.

¡Feliz Dia de los Padres!

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