18 de Mayo – V Domingo de Pascua

Mis Queridos Amigos,

“¡La paz sea con todos ustedes!” Esas fueron las primeras palabras que nuestro nuevo Santo Padre, el Papa León XIV, nos dirigió al salir al balcón de la Basílica de San Pedro el 8 de mayo. Estas fueron las palabras de Cristo Resucitado a los apóstoles el primer Domingo de Pascua.

¡Tenemos Papa! La alegría que sentimos al ver al cardenal Robert Francis Prevost anunciado como el próximo Vicario de Cristo causó gran entusiasmo en nuestro colegio y nuestros alumnos, que vieron este momento histórico por televisión. Recordemos esas primeras palabras:

¡La paz sea con ustedes!

Queridísimos hermanos y hermanas, este fue el primer saludo de Cristo resucitado, el buen pastor que dio su vida por el rebaño de Dios. Yo también quisiera que este saludo de paz entrara en los corazones de ustedes, llegara a sus familias y a todas las personas, dondequiera que estén; y a todos los pueblos y a toda la Tierra: la paz sea con ustedes.

Esta es la paz de Cristo resucitado, una paz desarmante, humilde y preservadora. Proviene de Dios. Dios, que nos ama a todos, sin límites ni condiciones. Mantengamos en nuestros oídos la voz débil, pero siempre valiente, del papa Francisco, que bendijo a Roma, el papa que bendijo a Roma y al mundo aquel día, en la mañana de Pascua.

Permítanme que continúe con esa misma bendición. Dios nos ama, a todos nosotros, el mal no prevalecerá. Todos estamos en las manos de Dios. Sin miedo, unidos, de la mano de Dios y entre nosotros, vamos a seguir adelante. Somos discípulos de Cristo, Cristo va delante de nosotros, y el mundo necesita su luz. La humanidad lo necesita como un puente para llegar a Dios y a su amor. Ayúdanos a construir puentes con el diálogo y el encuentro para que todos seamos un solo pueblo siempre en paz. ¡Gracias, papa Francisco!

Gracias a mis hermanos cardenales que me eligieron para ser el sucesor de Pedro y caminar junto a ustedes como una Iglesia unida buscando todos juntos la paz y la justicia, trabajando juntos como mujeres y hombres, fieles a Jesucristo sin miedo, anunciando a Cristo, para ser misioneros, fieles al Evangelio. Soy hijo de San Agustín, soy agustino. Él dijo: “Con ustedes soy cristiano, para vosotros obispo”. Que caminemos todos juntos hacia esa patria que Dios nos ha preparado.

A la Iglesia de Roma, un saludo especial: tenemos que buscar juntos cómo ser una Iglesia misionera, tendiendo puentes, dialogando, siempre abierta a recibir con los brazos abiertos a todos, como esta plaza, abierta a todos, a quien necesite de nuestra caridad, de nuestra presencia, del diálogo, del amor.  (Primer Urbi et Orbi, 5/8/2025)

Este humilde padre agustino fue elegido para seguir los pasos del Pescador, y estamos llamados a acompañarlo y, aún más importante, ¡a orar por él! ¡Que Dios bendiga al Papa León XIV!

Pero esta no fue la única buena noticia que recibimos la semana pasada. El domingo pasado, anuncié que las reliquias de nuestra patrona, Santa Teresita de Lisieux, viajarían de Francia a Estados Unidos este otoño, y harán una parada de tres días aquí, en Little Flower, los días 2, 3 y 4 de diciembre. ¡Qué gran regalo para nuestra parroquia al celebrar el centenario parroquial tener visita de Santa Teresita, como lo hizo en 1999! Aún quedan muchos detalles por planificar mientras nos preparamos para esta histórica visita, pero celebraremos una misa con el arzobispo para recibir las reliquias el martes 2 de diciembre a las 7:00pm.  Los feligreses veteranos les contarán la abrumadora cantidad de peregrinos que acudieron a nuestra iglesia cuando las reliquias visitaron por última vez hace 26 años. Debemos comprometernos a ser apóstoles de la hospitalidad durante esos días benditos y recibir a todos con los brazos abiertos.

¡Realmente somos bendecidos! Hemos recibido abundantes bendiciones estos últimos diez días. Continuemos con el espíritu de Pascua y anunciemos al mundo entero lo que Cristo y su Vicario, el Papa León, nos anunciaron a todos: “¡La paz sea con todos ustedes!”

Dios los bendiga a todos,

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