Mis Queridos Amigos,
“… la luz brilla en la oscuridad, y la oscuridad no la ha vencido. ” (Juan 1:5)
Hace unas semanas, recibí una tarjeta de Navidad de un hermano sacerdote de una parroquia vecina que tenía una hermosa silueta del recién nacido Jesús junto con María y José en el pesebre y el versículo de la Biblia arriba mencionado inscrito encima de la estrella. Por alguna razón, este versículo resonó conmigo y se ha quedado conmigo durante la mayor parte de la semana.
Sí, hemos llegado al final de un año muy desafiante, PERO la luz de Cristo todavía brilla en medio de las tinieblas de este mundo, y la oscuridad no ha vencido esta luz. Esta es la causa de nuestra alegría mientras nos preparamos para celebrar una Navidad muy rara. Es rara sólo en que no podemos celebrar con todas las personas con las que estamos acostumbrados a compartir la Navidad, pero celebraremos porque no importa lo que esté sucediendo en el mundo, nos uniremos a los ángeles cantando en Nochebuena cuando celebremos el nacimiento de nuestro Mesías. Dios mismo viene a intervenir en nuestra historia poner de manera definitiva las cosas correctamente.
Debemos aprender a confiar en el Señor. Debemos aprender a confiar en su voluntad divina para nosotros. La Navidad pasada, ninguno de nosotros podría imaginar lo que este año traería, pero tenemos que ver la mano de Dios obrando en nuestras vidas, especialmente en tiempos de prueba. María y José tuvieron que confiar plenamente en Dios cuando tuvieron que hacer el viaje largo a Belén y luego de nuevo cuando tuvieron que huir a Egipto. Le pedimos a María y a José que nos ayuden a confiar en Dios al igual que ellos confiaron en Él.
Que seamos un pueblo de fe y gozo que se regocije en la luz y la esperanza que trae la Navidad. Esta luz realmente brilla en un mundo lleno de tinieblas, y esta luz debe penetrar en nuestros corazones. Estamos llamados a ser la luz de Jesús al mundo, para que una persona a la vez, un alma a la vez, podamos empezar a llevar esa luz a un mundo que tan desesperadamente la necesita. En nombre de los sacerdotes y de las Hermanas Carmelitas de la iglesia y de la Escuela Católica de Santa Teresita, yo pido para que ustedes y su familia tengan una Navidad Bendecida y un Año Nuevo lleno de gracia. Todos ustedes serán recordados en nuestras Misas de Navidad.
Dios los bendiga,