22 de Mayo – VI Domingo de Pascua

Mis Queridos Amigos: 

El domingo pasado, el padre Omar anunció en este espacio que el arzobispo Wenski lo ha nombrado como el nuevo administrador de St. Katherine Drexel en Weston. Si bien obviamente nos entristece perder a un sacerdote tan maravilloso, felicitamos al Padre Omar porque pronto se encargará de pastorear una parroquia, y le agradezco por los dos años que me ayudó a pastorear a la familia de Santa Teresita. Hay un cambio muy rápido en esta asignación, ya que comenzará su apostolado nuevo el lunes 6 de junio, lo que significa que celebrará su última misa como nuestro vicario parroquial el domingo 5 de junio, que apropiadamente es la solemnidad de Pentecostés cuando los discípulos salen a predicar a Cristo resucitado. (Más información la próxima semana sobre cómo nos despediremos). 

Naturalmente, muchos de ustedes pueden preguntarse quién reemplazará al Padre Omar como el próximo vicario parroquial de Santa Teresita. Bueno, si han estado aquí por más de 8 años y estuvieron atentos en el verano del 2014, el seminarista que el Padre Davis recibió ese verano fue ordenado sacerdote hace dos años y será transferido aquí el próximo mes: el Padre Andrew James Tomonto. Providencialmente, un año después de pasar un verano sirviendo aquí como seminarista, se le asignó servir un verano conmigo mientras yo era párroco de la Inmaculada Concepción. Por lo tanto, estamos recibiendo un buen sacerdote que conoce nuestra parroquia, sabe lo especial que es Santa Teresita y espera unirse a las filas de los muchos hombres buenos que han servido a esta parroquia como vicarios en sus 96 años de historia. 

Esta noticia de los traslados sacerdotales que está afectando a tantas de nuestras parroquias este verano es una buena transición para recordarnos que debemos orar por las vocaciones incesantemente. Hay muchas parroquias que perdieron un vicario parroquial y lamentablemente no tendrán ese puesto ocupado porque necesitamos más sacerdotes. La cosecha es ciertamente abundante, pero los obreros son pocos, como nuestro Señor nos dice en el evangelio. La parroquia de St. Coleman de donde viene el Padre Andrew no está recibiendo un vicario nuevo como nosotros. Recordarán que hace 6 años, teníamos dos vicarios a tiempo completo, pero cuando el Padre Tran fue nombrado para la Universidad de Miami, nunca llenamos ese segundo espacio vacante. Hemos sido bendecidos con la ayuda generosa de nuestros sacerdotes residentes. El Padre Uko, el Padre Stephen y el Padre Juan sacrifican mucho para ayudarnos con los sacramentos aquí y la celebración de la Misa, a veces al terminar o a punto de comenzar días muy largos y exigentes en el ministerio de los hospitales. Además, recibimos ayuda de varios sacerdotes jubilados que viven en el área, como el Padre Angulo y el Padre Carrión, junto con los sacerdotes del seminario que aman visitar nuestras parroquias. Hemos tenido la bendición de que el padre Luis Rivero colabore los sábados por la tarde un par de veces al mes.

Hay un tema gozoso en común que a menudo repetimos en nuestra rectoría cuando nuestros sacerdotes están reunidos para una comida: nos encanta estar cansados por el bienestar de todos ustedes, nuestro querido pueblo. Nos encantan las filas largas de confesión, las misas abarrotadas, la acumulación de bautismos que todavía tenemos, y sí, ya que es Santa Teresita, el sinfín de bodas que celebramos. Y no he mencionado nada de las responsabilidades sacerdotales en la escuela parroquial más grande de la Arquidiócesis que es Santa Teresa. Jesús nos promete un Abogado en el evangelio de hoy, y sus sacerdotes sienten la presencia del Espíritu Santo y sus oraciones poderosas todos los días. 

Oren por el Padre Omar. Oren por el Padre Andrew. Oren por sus sacerdotes. ¡Oren por más vocaciones! Necesitamos llenar nuestro seminario con jóvenes en llamas con el Espíritu y listos para traer a Cristo al mundo. Esos jóvenes provienen de sus familias, y así, para aumentar nuestra conciencia de orar más fervientemente por las vocaciones, anuncio que, a partir de este otoño, cuando comience la escuela, comenzaremos la práctica del “Cáliz de las Vocaciones” en nuestra parroquia. Cada domingo, una familia diferente llevará un cáliz que ha sido retirado a su casa con oraciones especiales para que, como familia, puedan orar por más vocaciones al sacerdocio. ¿Quién sabe? Tal vez un niño pequeño en nuestra parroquia sostenga ese Cáliz de las Vocaciones en sus manos pequeñas y un día sostenga un cáliz lleno de la Sangre de Cristo sobre nuestro altar. En agosto, comenzaremos a promover esto más y pondremos un formulario de registro en nuestro sitio web para que cada familia pueda tener la oportunidad de llevar el Cáliz de las Vocaciones a la casa y ser parte de lo que rezo será una primavera de vocaciones sacerdotales no solo para nuestra Arquidiócesis sino también para nuestra parroquia. 

Que Dios los bendiga a todos,

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