Mis queridos amigos,
En el Antiguo Testamento, hacia el final del Libro de Deuteronomio, Moisés está llegando al final de su vida y está preparando al pueblo de Israel para entrar en la Tierra Prometida. Está suplicando al pueblo que ha guiado durante 40 años a través del desierto que sigan los preceptos del Señor para que puedan prosperar en su nueva tierra, pero es la forma en que Moisés expresa esta fidelidad al Señor la que ha sido inmortalizada a través de los siglos: “He puesto delante de ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia… (Deuteronomio 30:19)”. Lo que era verdad al final de la experiencia del Éxodo para los israelitas hace más de 3000 años es verdad para nosotros hoy. Tenemos ante nosotros la vida y la muerte. ¿Cuál elegiremos?
En este Domingo de Respeto a la Vida, hay una urgencia en el escoger que Dios presentó a su pueblo y también nos presenta a nosotros. Este Domingo de Respeto a la Vida es diferente porque el mes que viene tendremos ante nosotros en la boleta electoral una enmienda a la constitución estatal que literalmente nos pone a escoger entre la vida y la muerte. La Enmienda 4 busca consagrar el derecho al aborto en nuestra constitución estatal, legalizando así el asesinato intencional de niños no nacidos. Como pueblo católico, es nuestro deber levantar la voz y derrotar esto votando NO a la Enmienda 4.
Así como en el tiempo de Moisés, también en nuestro tiempo hay quienes practican el engaño. El Maligno, el padre de las mentiras, busca engañarnos para que pensemos que el lenguaje de la enmienda es atractivo. Lo que nosotros como católicos, y cualquier persona de buena voluntad, buscamos hacer no es sólo proteger la vida de un niño no nacido, sino también proteger la vida de la madre. Y a esta altura de la columna, puede que se esté preguntando: “¿Por qué el Padre Manny se involucra en la política?” Es que esto no tiene nada que ver con la política. Como su pastor, es mi solemne deber y obligación señalar las mentiras presentes en la sociedad, denunciar el pecado y formar sus conciencias para que juntos podamos construir el Reino de Dios aquí en la tierra. El Arzobispo Wenski nos dice, “los católicos deben participar en la plaza pública y hacerlo de manera coherente y sin disculpas. Dar testimonio es nuestro deber como católicos fieles – y es nuestro derecho como ciudadanos llenos de fe. ¡Vote “no” a la Enmienda 4!”
Los tiempos en los que vivimos nos obligan a no pedir disculpas por nuestro catolicismo, por lo que debemos regar la voz e instar a otros a “¡VOTAR NO A LA 4!” Como católicos, buscamos crear lo que San Juan Pablo II llamó una “cultura de la vida”, y buscamos cuidar a los niños no solo cuando están dentro del vientre de su madre, sino también una vez que nacen. Nuestro objetivo es apoyar a las madres en la crianza de sus hijos. Por eso, cada año nuestra parroquia organiza un desayuno de Respeto a la Vida para apoyar económicamente al South Dade Pregnancy Center en su tarea de ayudar a las madres embarazadas en su decisión de elegir la vida para sus bebés. Hoy tenemos la bendición de que nuestra meta de recaudación de fondos de Respeto a la Vida se haya superado, por lo que el desayuno es gratuito en Comber Hall después de nuestras misas matutinas. Habrá una caja para que usted haga una donación, si lo desea.
Por último, quiero terminar con una palabra sencilla: misericordia. En mis 22 años de sacerdocio, me he sentado con muchas mujeres que han tenido abortos. Todas sus historias son diferentes y desgarradoras, pero acuden a un sacerdote, acuden a la Iglesia, acuden a nosotros,
buscando la misericordia de Dios, y debemos aceptarlas como lo haría Dios nuestro Padre. La Iglesia hace tanto que pasa desapercibido para apoyar a estas mujeres. Existe el Proyecto Raquel que les brinda asesoramiento y ofrece retiros de sanación. Si necesita sanación más allá del confesionario debido a un aborto, puede llamar a la línea directa confidencial de Project Raquel al 888-456-4673.
Estamos luchando como Iglesia para derrotar la Enmienda 4 porque conocemos el dolor que el aborto inflige a las madres, a los padres y a las familias que pasan por esta dolorosa experiencia. El año pasado, nuestros obispos de Florida escribieron que queremos crear una cultura en la que hagamos que el aborto sea impensable. Este viaje hacia la tierra prometida de la cultura de la vida comienza hoy. Tenemos ante nosotros la vida y la muerte. ¡Elija la vida! ¡Vote NO a la Enmienda 4!
Que Dios los bendiga a todos,