Mis Queridos Amigos,
La tradición católica de ofrecer Misas por nuestros seres queridos particularmente los que han fallecido se puede trazar a los inicios de la Iglesia Católica. En la Eucaristía nosotros nos unimos de una manera única con los fieles difuntos y con la comunión de los santos. ¿Por qué ofrecemos Misas por nuestros seres queridos? Miremos al Catecismo de la Iglesia Católica: “Los que mueren en la gracia y en la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están seguros de su eterna salvación, sufren después de su muerte [pasan por] una purificación, a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en la alegría del cielo (1030).” Nuestras oraciones los ayudan a alcanzar las glorias del cielo y la oración perfecta es la Santa Misa. El Papa Leon XIII nos recordó muy bien hace un siglo que si nuestros seres queridos ya han alcanzado la recompensa eterna, ellos rezan por nosotros durante la Misa en un “intercambio mutuo” de oración. Orando por los fieles difuntos es una de las obras de misericordia. Recuerdo que no hace mucho, una parroquiana anciana vino a la oficina a separar unas Misas por sus padres fallecidos y la pobre estaba preocupada por si sus hijos iban a ofrecer Misas después de su muerte. Es un deber. Por eso una señora inteligente que yo visite cuando se estaba muriendo dejo a la parroquia a la que yo estaba asignado en ese tiempo una cantidad de dinero específicamente para que se ofrecieran Misas por su alma al ella fallecer. Cuando recibí ese cheque al fallecer esa señora, abrí el libro de intenciones solemnemente y separé las Misas por su descanso eterno. Es un acto solemne. Es verdaderamente un acto de misericordia.
El ofrecer Misas es una parte importante de nuestra tradición ya que también pueden ser ofrecidas en acción de gracias, por la salud de un ser querido y por intenciones especiales. Para los sacerdotes de nuestra parroquia y para mí es un honor y un deber ofrecer estas intenciones durante el sacrificio de la Misa como parte de nuestro ministerio sacerdotal. Estamos bendecidos en esta parroquia ya que ofrecemos muchas intenciones semanalmente en nuestras Misas diarias y de los domingos que son reservadas por nuestros fieles. Nuestros empleados en la oficina parroquial hacen un trabajo ejemplar organizando las intenciones de las Misas con el cuidado sagrado que se merecen.
El lunes, 16 de noviembre, se abrirá el libro de intenciones para el 2021. Si quieren ofrecer una misa por el aniversario de la muerte o el cumpleaños de un ser querido, vengan y reserven con anticipación. El ofrecer la Misa es un acto sagrado que merece nuestra atención y cuidado y por eso le pedimos que lo hagan en persona en la oficina para evitar errores. Acuérdense siempre que el sacerdote, aún si no dice el nombre específicamente del difunto o de la intención, sí está ofreciendo la Misa por esa intención durante el santo sacrificio de la Misa. Esto es algo que como sacerdotes tomamos muy en serio ya que estamos regidos por Ley Canónica y porque ustedes han dado una donación para que esa intención se aplique a la Misa. Agradecemos su cooperación en este proceso tan sagrado y delicado en que como una comunidad de fe, elevamos los ojos al cielo para rezar por nuestros seres queridos en la gran celebración de la Eucaristía.
Que Dios los bendiga a todos,