Columna del Arzobispo Wenski para la edición de mayo 2024 de La Voz Católica.
La Enmienda 4 de La Florida, que aparecerá en la boleta electoral de noviembre de 2024, es una propuesta extrema que legaliza el aborto a término sin protecciones para la criatura no nacida, incluso cuando el niño es capaz de sentir dolor. Esta enmienda propuesta a nuestra constitución estatal prohibiría todas las restricciones al aborto antes de su viabilidad, y crearía una excepción amplia que cualquier “proveedor de atención médica” podría aprovechar para permitir el aborto hasta el nacimiento. Insto a todos los católicos y personas de buena voluntad: ¡Voten “no” a la Enmienda 4!
A menudo estoy en parroquias de toda la Arquidiócesis administrando el Sacramento de la Confirmación. Esto es especialmente cierto en las semanas previas y posteriores a La Pascua. Los dones del Espíritu Santo, otorgados por primera vez a los Apóstoles el domingo de Pentecostés, se dan a los bautizados para equiparnos mejor para ser testigos de Cristo crucificado, pero ahora resucitado de entre los muertos. Como católicos confirmados, debemos ser testigos en un mundo cada vez más secularizado de que Dios importa y, dado que Dios importa, los seres humanos, creados a su imagen y semejanza, incluidos los no nacidos, también importan.
Lo que el Papa Benedicto XVI había caracterizado como la “dictadura del relativismo” y el Papa Francisco ha descrito como “colonialismo ideológico”, desea reducir la fe al ámbito de lo “privado” y lo “subjetivo” y, por lo tanto, intenta excluir las voces religiosas de la plaza pública. A pesar de tales “vientos en contra” con fuerza huracanada, los católicos deben participar en la plaza pública y hacerlo de manera coherente y sin disculpas. Dar testimonio es nuestro deber como católicos fieles – y es nuestro derecho como ciudadanos llenos de fe. ¡Vote “no” a la Enmienda 4!
No se trata de “imponer nuestros puntos de vista”, sino de “hacer nuestra propuesta” sobre lo que es necesario para el florecimiento humano en la sociedad. Al insistir en que cada ser humano importa, aportamos a los debates de políticas públicas sobre cuestiones de dignidad humana, justicia y paz una comprensión de la persona humana que, si bien se basa en las Escrituras cristianas, también es accesible a la razón humana. ¡Al hacer nuestra propuesta, esperamos persuadir a nuestros compañeros floridanos a votar “no” a la Enmienda 4!
Por lo tanto, nos oponemos a la Enmienda 4 e instamos a todos los votantes de nuestro Estado a unirse a nuestra oposición y rechazar esta propuesta extrema y mal concebida.
Incluso aquellos que no están de acuerdo con la enseñanza de la Iglesia de que la vida humana comienza en la concepción, deberían encontrar razones para oponerse a esta enmienda. La enmienda, por ejemplo, efectivamente anularía o pondría en grave peligro las leyes estatales de sentido común que han regulado el aborto durante años. Estas incluyen requisitos básicos de salud y seguridad para las clínicas donde se realizan abortos, la exigencia de que un médico realice el aborto, requisitos de consentimiento informado, leyes que limitan la financiación pública del aborto y requisitos de consentimiento de los padres antes de realizar un aborto a una menor.
Como católicos creemos que la vida humana es sagrada y que la dignidad de la persona humana es el fundamento de una visión moral de la sociedad. Al instar a votar No a la Enmienda 4, deseamos proteger no sólo al no nacido −el más débil, más inocente e indefenso entre nosotros− sino que también buscamos proteger a innumerables mujeres de los daños del aborto. Los niños no nacidos importan, y sus madres también. Nuestro Ministerio de Respeto a la Vida, con sus Centros de Asistencia al Embarazo, ayuda a brindar a las mujeres alternativas al aborto que afirman la vida, y con compasión ofrece asesoramiento y acceso a la sanación para aquellas que se han arrepentido de un aborto anterior.
Las enseñanzas católicas sobre los derechos y la dignidad de todo ser humano desde la concepción hasta la muerte natural, contrastan marcadamente con una tendencia de nuestro mundo a definir clases o categorías de personas como “problemas” y así “deshumanizarlas”. Este pensamiento reduccionista condujo a los sucesivos genocidios del siglo XX y racionaliza la matanza continua de los no nacidos. ¡El año pasado hubo más de 83,000 abortos sólo en La Florida! ¡Estas son 83,000 razones por las que todos los floridanos deben rechazar la Enmienda 4 y votar con un rotundo “no”!