Querida Familia:
Estamos ya en el mes de mayo, el mes que tradicionalmente está dedicado a la Santísima Virgen Maria, nuestra madre en el cielo. Y que mejor forma de comenzar este mes celebrando a nuestras madres este fin de semana en el cual celebramos el Día de las Madres.
Para serles sincero, celebrar el Día de las Madres en el primer domingo del mes de mayo todos los años no es la forma en que debemos celebrar a nuestras madres. De hecho, el Día de las Madres debiera ser todos los días. Una madre es siempre ese ser que ama a sus hijos de tal manera que solo el amor de Dios sobrepasa. No hay otra persona que nos pueda amar con tanta ternura, sin ningún egoísmo y de una manera incondicional. Yo siempre he dicho que el amor de una madre es el ejemplo mas cercano para entender el amor de Dios por nosotros. Así pues, con esto en mente, quiero desearle a todas las mamás de esta comunidad parroquial un feliz Día de las Madres. Que el Señor las bendiga abundantemente todos los días de su vida.
Para algunos de nosotros este día no es tan alegre como para otros porque nuestra mamá ya se ha ido al cielo. Para mi personalmente, este es la primera vez en la que no podré decirle a mi mamá cuanto la quiero; no podré ver su sonrisa al entregarle flores que le llevo; no podré ver sus lágrimas al momento de ella leer la tarjeta que le dediqué en su día. Sin embargo, el amor que le tengo a mi madre se mantiene vivo. Ella tal vez no esté físicamente conmigo, pero ella está conmigo espiritualmente. Todavía puedo sentir su amor en mi corazón. Todavía escucho su voz diciéndome lo que debo hacer o lo que debo evitar.
Todavía estoy aprendiendo como estar sin su presencia física en mi vida, pero ya no estoy triste por eso. Se que ella completó su peregrinaje en el tiempo y que comenzó su peregrinaje en la eternidad. Se que siempre nos encontraremos en el Banquete del Señor, en la Eucaristía, cuando el cielo y la tierra se unen para compartir la gloria de nuestro Salvador y Redentor, nuestro Señor Jesucristo. Al recibirlo a El y hacerme uno con El, yo sé que mi madre comparte con El y se hace una con El también. Esta es la alegría de la Resurrección que compartimos todos en Cristo Jesús.
Por lo tanto, debemos buscar siempre esa unión con Cristo, la cual nos traerá siempre la unión con los santos y todos los que han dejado este mundo para estar en el reino de los cielos. Que momento tan majestuoso, cuando el cielo y la tierra se unen en adoración y en conmemoración de El quien es nuestra salvación y nuestra esperanza de vida eterna. Así que regocijemos y seamos felices, porque tenemos a un Dios que es amoroso, misericordioso y compasivo.
Feliz Día de las Madres nuevamente para todas las mamás de esta hermosa comunidad de Santa Teresita del Niño Jesús. Y como te lo dije en el día de tu sepelio, nos vemos en la Eucaristía mami.
En Cristo!
Padre Omar