Mis Queridos Amigos,
Fue maravilloso regresar a la parroquia el lunes pasado después de pasar un tiempo de vacaciones muy necesario recargando las baterías con familiares y amigos. Los he echado de menos a todos ustedes, y estamos listos para abarcar todas las maravillosas actividades ministeriales y pastorales que este otoño traerá a la Iglesia de Santa Teresita.
Cuando me fui de vacaciones a principios de julio, las cosas se veían muy diferentes con el COVID de lo que lo que son ahora. La semana pasada, el arzobispo envió a los sacerdotes una actualización de dónde estamos parados con los protocolos y restricciones del COVID que me gustaría compartir con ustedes: “Para estos momentos, esperábamos haber podido rebajar algunos de nuestros protocolos, pero dado el aumento de casos, continuamos con nuestras políticas actuales: para las liturgias – distanciamiento social, uso de mascaras…” Sí, tenía la esperanza de anunciar a la parroquia hoy que íbamos a empezar a ir con mascara opcional, pero la reciente oleada nos impide hacer cambios. De hecho, la caridad nos impulsa a ser más conscientes de nuestros hermanos y hermanas y a redoblar el uso de máscaras en la iglesia. Nos habíamos estado volviendo un poco laxos en algunas misas a finales de junio. Así que, imploro, como un acto de caridad hacia sus hermanos y hermanas en Cristo, por favor continúen usando sus máscaras dentro de nuestra iglesia durante las liturgias. Al igual que las lecturas del Evangelio nos han recordado en las últimas semanas, estamos aquí para encontrar el mismo Pan de Vida, Jesucristo mismo en la Eucaristía. Nada debe impedirnos encontrar a Cristo en este nivel personal. Ni siquiera la inconveniencia de usar mascara durante una hora.
Otro pequeño lujo que íbamos a traer de vuelta este fin de semana era el regreso de los misales en todos los bancos. Los pedimos hace unos meses con la esperanza de ponerlos en donde pertenecen. Ya que ha llegado el cargamento de misales, los vamos a repartir en la puerta este fin de semana como lo hicimos al principio de la pandemia, para que se lo
lleven a casa y lo traigan con ustedes todos los domingos. Una vez más, los misales son suyos. Solo les pedimos que no los dejen en los bancos después de la Misa.
Por último, algunas buenas noticias para compartir con toda la comunidad. Nuestras renovaciones de la Capilla de adoración de San José en el centro parroquial finalmente se han completado. El Santísimo Sacramento en la custodia ahora está reposado en una caja que nuestro equipo de mantenimiento construyó que tiene una cortina que se abre y se cierra cuando no hay nadie allí para la adoración. (Esto es similar a lo que tienen en San Agustín, y agradezco al P. Vigoa por la idea y su ayuda durante estos últimos dos meses.) A partir de ahora, nuestras horas de adoración siguen siendo las mismas que nuestras horas de oficina: 8:30 a.m. – 4:30 p.m. Sin embargo, ahora que tenemos la entrada lateral disponible con un código de acceso y la reposición del Santísimo Sacramento controlada automáticamente, queremos comenzar a movernos hacia nuestra meta de adoración 24/7. Queremos que vengan a visitar al Señor a todas horas, pero para que esto comience, necesitamos comenzar a inscribirnos para las horas de adoración. Así que hoy estamos iniciando una pre-campaña antes de iniciar una grande en el otoño. Usted puede obtener su primera opcion en la hora de adoración de su elección visitando www.cotlf.org/adoration. Una vez que tengamos suficientes adoradores, mi esperanza es poder tener la Capilla de adoración disponible las 24 horas del día para Navidad, si no antes. En el evangelio de hoy, Jesús nos recuerda que él es el pan vivo que baja del cielo. Necesitamos su presencia ahora más que nunca. ¡Inscribase para pasar una hora a la semana (o más) con Él hoy!
Que Dios los bendiga y los proteja a todos,