“El Reino de Dios se parece a lo que sucede cuando un hombre siembra la semilla en la tierra: que pasan las noches y los días, y sin que él sepa cómo, la semilla germina y crece.” Qué apropiado es el Evangelio de este domingo para la despedida de un sacerdote de una comunidad parroquial que ama! Soy simplemente un trabajador en el campo misionero de Cristo, esparciendo semillas donde puedo, ofreciendo la presencia de Jesucristo mediante el ejercicio de Su sacerdocio. Little Flower es mi segundo encargo sacerdotal y el punto desde el cual comienzo un nuevo camino como administrador parroquial. Esta parroquia y esta zona siempre han sido mi hogar, cerca de mi familia y de muchos amigos. Así que esta medida es agridulce.
Pero nosotros, los trabajadores, siempre seguimos el llamado del Señor, dondequiera que nos lleve. Ésa es una lección importante para todos nosotros en nuestro viaje por la vida. Quiero agradecerles a todos por hacerme uno de los suyos, por tener siempre una palabra amable y, sobre todo, por sus oraciones. Un sacerdote vive de las oraciones de su pueblo. Quiero agradecer al P. Manny por su paternidad, su tutoría y su amistad conmigo estos dos años. Él marca el tono de una maravillosa rectoría llena de animada fraternidad sacerdotal. Agradezco a mis hermanos sacerdotes, los PP. Stephen, Uko, Escamez y Francis por ser tan buenos hermanos a medida que sigo creciendo en mis primeros años de ministerio sacerdotal. Agradezco a las hermanas Carmelitas por su constante oración y dedicación a su ministerio y a los sacerdotes. Servir en la escuela St. Theresa fue una fuente constante de alegría en mi vida diaria.
No podría haber pedido dos años mejores de ministerio. No hay absolutamente nada que cambiaría. 84 bodas, 82 funerales y 39 bautismos después, como el trabajador del campo, oro para que las semillas que he sembrado en mi tiempo en Little Flower den frutos abundantes para el Señor. No veré la mayoría de ellos, pero así es precisamente como debería ser. La labor de sembrar semillas continúa en un nuevo campo, un nuevo rincón del Reino del Señor en la parroquia St. Elizabeth Ann Seton en Coral Springs. Hermanos, hasta la próxima, ¡que Dios los bendiga abundantemente a todos!
Padre Andrew Tomonoto